Si te despiden no es el final, es el principio

 

De quien es la culpa de un despido?, es del trabajador? del empresario?, a pesar de que en si mismo, el despido es un despertador, en el momento en que sucede no es posible verlo de otra forma que no sea una desgracia: significa pasar por todas las etapas del duelo a velocidad increíble, primero negarlo, enojarnos, ofrecer cobrar menos, deprimirnos, deprimirnos y deprimirnos hasta que al final lo aceptamos a regañadientes, todo esto mientras buscamos un empleo nuevo.

Hay muchas razones por las que perdemos el empleo: recorte de personal, cambio de visión en las metas de la empresa, que tu puesto no este descrito claramente y parezca totalmente innecesario, puestos duplicados, poca eficiencia en tu área de operación… casi todos hemos escuchado alguna en algún momento, y digo casi, porque conozco personas que siguen en la misma empresa en la que consiguieron empleo por primera vez, lo cual es de reconocerse pero también asusta un poco.

Como suele pasar a menudo, hay personas que no le dicen a su pareja, a sus hijos o a sus padres que han sido despedidos, perder el empleo no debería ser motivo de vergüenza pero pienso, para que lo entiendan algunos, que es el equivalente a ser el peor cazador de la tribu y por eso no es tan simple admitirlo.

Las empresas despiden personal para poder sobrevivir, por exigencias del mercado, para evitar una compra o fusión, por disminución de costos operativos, no hay un «consejo malvado» (casi nunca en las empresas grandes)  haciendo los recortes, no es personal, si ya has sido despedido tienes que ponerte en modo de emergencia, notificar a tu pareja o a tus padres  y hacer un plan económico, estudiar, pero sobre todo, debes proteger tu estado de ánimo.